Carolina Rack Poesía $130 Los rubios naturales de las chicas sentadas en ronda eran la única garantía de esa historia. Dijeron que vino el Pelznikell en navidad, que casi la atrapó a Silvi. Silvi había roto vasos de vidrio con sus dientes en el Paddle, era carne de Pelznikell desde hacía tiempo. Tuvo suerte. OSigueSigue leyendo «Rubios naturales»
