Diario de viajes
Adolfo Bioy Casares
104 págs.
$200
El pequeño librito Unos días en el Brasil tuvo la primera vez una tirada minúscula de 300 ejemplares. Fue el único título que Michel Lafon, que escribe el posfacio en la nueva edición, leyó tras la muerte de Bioy. Lafon, un francés excéntrico que abrazó el español cuando se veía como lengua de pobres y acabaría convertido en catedrático de Literatura Argentina en Grenoble, fue primero fan y luego amigo del autor de La invención de Morel. Tan amigo que, al final de su vida, atrapado en sus dolores físicos y anímicos, era uno de los pocos a los que Adolfo Bioy telefoneaba desde Buenos Aires para pedir ayuda. «Lo leí tras su muerte como una prolongación de su amistad, creo que en la obra hay un encanto literario que funciona bien», señala Lafon.
(La Compañía)