Maumy González recomienda El lugar donde mueren los pájaros

Este verano vuelvo a quedarme en Buenos Aires. Aunque es probable que algunos días viaje hasta San Antonio de Areco. Ahí, tomar tereré bajo los eucaliptos a la orilla del río suele ser la opción más redonda para estos días veraniegos.

El año pasado pasé por la feria de editoriales organizada por la Biblioteca Nacional. Estaba indecisa sobre qué libro comprar y terminé escogiendo El lugar donde mueren los pájaros, de Tomás Downey. Un poco porque tuve un tallerista que estaba fascinado con su primer libro y me lo recomendó encarecidamente, otro poco porque me había gustado el cuento “Un ramo de cardos” que le escuché leer en el ciclo Bienvenido, Bob. Creo que se conoce mucho de un autor cuando lo escuchamos leer. No todos los autores son buenos lectores en voz alta, pero algunos es un placer escucharlos. Downey es uno de ellos. Hizo que me interesara el libro a partir de aquella lectura. Es muy probable que también me hubiese gustado aun si no lo escuchaba, pero creo que fue un hallazgo. Me abrió la posibilidad de adentrarme en su mundo narrativo antes de tener el libro entre las manos.

Al leer El lugar donde mueren los pájaros mi expectativa era encontrarme otros cuentos como “Un ramo de cardos” y, sin embargo, a medida que me adentraba en el libro me di cuenta de que distaban bastante. También tuve la certeza de que esa diferencia le otorgaba particularidad, su marca de agua. Hay un detalle que no me parece menor: el libro abre y cierra con cuentos donde las protagonistas son niñas, pero no niñas tiernas sino todo lo contrario. Las niñas de Downey son turbias. Me gustó eso: que no todo lo que se cuenta es lo que parece, o termina siendo lo que creemos será. Casi todas las historias tienen una cuota de fantástico siniestro. Sus personajes son perturbadoramente creíbles en situaciones aparentemente cotidianas: el campo, una peluquería, un zoológico, el departamento de una jubilada, la costa, etcétera. La prosa de Downey es punzante, suculenta, singular. Sus cuentos son memorables.

El lugar donde mueren los pájaros es un libro para leer y atesorar. Agua fresca para este verano candente que recomiendo beber a grandes sorbos.

 

***

Maumy González. Narradora venezolana residente en Argentina. Autora de la colección de cuentos Todas las mañanas un muerto (La Letra Eme, 2014) e Imagina la felicidad (Qué diría Victor Hugo?, 2017), colabora en la prensa de autores independientes, coordina talleres de narrativa y lleva el blog La Aquateca. Es Secretaria de Difusión de La balandra.

 

#lecturasdeverano es una serie de recomendaciones sobre libros para leer durante las vacaciones. Los escritores responden a dos preguntas: 1. ¿A qué lugar te gustaría ir/ fuiste/ irás en este verano? y 2.¿Cuál libro recomiendas para leer?… Las respuestas son publicadas durante enero y febrero en esta web.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: