Yair Magrino
Novela, 2015
$300
Como Pac-Man, Kung-fu Master o Donkey Kong, Wonderboy pertenece a esa serie de videojuegos arcade que trasladaron para siempre los juegos de la niñez a una pantalla. Pero el Wonderboy de Yair Magrino devuelve las proezas de aquel niño rubio y salvaje al terreno brillante y arenoso de la vida.
Como El juguete rabioso o Nanina, Wonderboy es otra fatal y auspiciosa primera novela de iniciación. El pequeño Saporittu -alias Wonderboy- ha crecido en una residual familia tipo de clase media porteña. La Historia le ofrece el menemismo y los incidentes de 2001; contraseñas de que cada generación argentina siempre tendrá la opción del exilio. Hacia Barcelona irá Wonderboy en busca de aventuras y causas perdidas, y podrá verificar lo único que se ocultar del otro lado del espejo: «Miedo a que de nuevo me obligaran a hacer cosas que no quería. Miedo a escapar y fracasar».
Yair Magrino es un relevo virtuoso de la épica barrial que edificaron Marechal y Cortázar, y que han actualizado Fabián Casas o Incardona. Pero la canción no es la misma: no hay jazz, ni tango, ni Led Zeppelin: en los audífonos del Wonderboy suena Ska-p o Gorillaz. Entre la ternura y la indiferencia que provoca el descubrimiento de la traición, Wonderboy se desliza -en skate, en recuerdos- por el esnobismo de su tiempo. Hace años que los críticos vienen preguntándose: ¿qué escribirán los que nacieron y crecieron en democracia? Escribirán el descreimiento y el aburrimiento de los inmortales: no poder dejar de ser jóvenes. Todavía acunamos los sueños beat de posguerra: drogas, amor, evasión y swing.
-Edgardo Scott
Alto Pogo / Buenos Aires