Ninguno es feliz

Patricio Eleisegui
Cuentos, 2015
92 páginas
$320

Desasosiego, consumo vano, desarraigo, recuerdos que torturan, salvajismo, marginalidad.
Ninguno es Feliz, la nueva obra literaria de Patricio Eleisegui, se hunde en los tópicos menos gratos para desnudar con crudeza la consolidación de un escenario social en el que lo más humano perece a manos de una alienación, un postergar lo esencial, que asoma como la única forma de supervivencia posible.
A lo largo de once textos en los que el autor, además de enfatizar lo opaco del devenir, se permite experimentar con distintas estructuras de relato, Ninguno es Feliz revitaliza la noción de cuento mediante historias en las que el sinsentido se emparenta con las tragedias personales al tiempo que cada relato repara en eso aberrante que no se dice aunque sí se ejerce en lo cotidiano.

Dos veces finalista del Premio Clarín Alfaguara de Novela y de amplia trayectoria en el periodismo de investigación, Eleisegui expande el universo oscuro que ya anticipara en “Nubes de Polvo Sopladas a Cañonazos”, su volumen de cuentos publicado en 2013.
Con influencias que van desde Osvaldo Lamborghini hasta Michel Houellebecq, pasando por la poesía maldita de Antonin Artaud o Isidore Ducasse, conde de Lautréamont, el autor expone ahora una obra que hace del desaliento una postal del siglo XXI.
Y propone una consigna: la felicidad es un raro defecto de pocos, una anomalía, antes que una posibilidad.

Alto Pogo
Buenos Aires